viernes, 21 de diciembre de 2012

21 de Diciembre YULE Solsticio de Invierno



Yule (primero de los Sabbats Menores) representa el renacimiento del Rey Roble, el Dios Sol o Creador de la Vida
Modranicht, o la noche de las Madres, “Es la noche dedicada al misterio de la maternidad, dejando presentir esta gran experiencia del renacimiento del Sol saliendo del abismo del mundo, del seno maternal de todo ser” (J.O.Plassmann, 1942). Es por este renacer que se apagan viejas luces y se encienden otras nuevas, a partir del tronco de Yule que arde desde el atardecer hasta el alba, a partir de la llama del hogar, rodeada por el clan, festejada por aquellos nuestros más cercanos, prendiéndose también velas por los que se encuentran lejos, sabiendo que allá donde estén una llama hermana nos responderá bajo el manto gélido de los cielos.
Son momentos apropiado para trabajar mágicamente con las piedras, con asuntos de estabilidad mental o material, salud y magia del hogar, así como para dedicar un tiempo a la reflexión profunda y sentar bases.

Ritual de Yule.

Hemisferio norte (21/12) y hemisferio sur (21/06).

En Yule ha pasado su muerte simbólica, renace del Dios y simboliza la reencarnación para los espíritus.

Esta celebración corresponde al solsticio de invierno. El primer ritual estacional, es el momento más frío y la noche más larga del año. Todas las hojas ya han caído, la flora está dormida y el Dios de la fauna reina en el bosque. Simboliza el momento de mayor oscuridad antes de que comience la luz. Es el renacimiento del Sol joven.

La primera chispa de esperanza que emerge de la más profunda oscuridad tras la muerte fría del invierno. Es el fin y el comienzo de los cambios de estación, todo se ha congelado ya. Es un momento de espera, de recogimiento y meditación. Se necesita tiempo para despertar a un nuevo ciclo después de la muerte. La vida espera bajo la tierra el momento de renacer.


El Dios renace como el hijo engendrado de la Diosa y apropiado sí mismo en Beltane, Yule representa el final de los días oscuros. Resurge del sol en el cielo, trayendo su calor para comenzar a derretir la nieve y a traerla adentro vuelven la vida los campos y los bosques. La Navidad cristiana tiene probablemente sus bases en este viejo festival conmemorativo pagano.

En Yule es tiempo para reencontrarnos con nuestras esperanzas, clamando a nuestros Dioses que rejuvenezcan nuestros cuerpos y corazones que nos den la fortaleza para liberarnos de las cosas y situaciones que ya no son útiles ni funcionan, permitir dejar ir lo que impide ser y estar en un mejor estado evolutivo.
Es el tiempo para descubrir al niño dentro de nosotros y renacer con su pureza y alegría.


REFLEXIÓN Y TRABAJO DEL RITUAL

Es un momento propicio para meditar sobre la oscuridad. Es un tiempo de espera atenta en el que podemos observarnos a nosotros mismos y descubrirnos. Celebramos la esperanza del renacimiento confiando en que después de la fase de mayor oscuridad, despertará la vida que duerme bajo la tierra.

Teniendo ya encendido un fuego, apagamos y encendemos solamente las tres velas en el leño de Yule para simbolizar el renacimiento de la luz que se abre paso entre las tinieblas.

Realiza un análisis sobre todos los aspectos de tu vida que han sido difíciles de superar, los momentos en que has estado a punto de dejarte vencer. Encuentra la luz en tu interior resurgiendo y llenándote de vida. Recuerda que para renacer hace falta morir y destruir lo viejo abriendo paso a lo nuevo. Esta celebración es un momento de paz, esperanza, amor y buenos deseos para el futuro.
Permitamos que nuestra luz brille.



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